Todos estamos comenzando a darnos cuenta de que la vida tal como la conocemos ha cambiado drásticamente. Estamos en guerra contra un enemigo invisible que está causando estragos en nuestras vidas. Las fechas de juego para nuestros hijos, el almuerzo con amigos, un ingreso estable, la iglesia, las clases de ejercicios, la escuela, los deportes, las graduaciones e incluso las compras son inexistentes, canceladas, pospuestas o se ven muy diferentes en este momento. Nuestras vidas han sido interrumpidas de una manera enorme.
Incluso para la persona más espontánea, nuestra forma de vida dramáticamente diferente nos tiene a muchos nerviosos.
“En tiempos de trauma e incertidumbre, estamos estresados, cansados y abrumados”, dice el Dr. Gary Oliver, psicólogo clínico. “Nuestra respuesta típica es” reaccionar “en el momento, lo que a menudo empeora las cosas. Este es nuestro cerebro emocional secuestrando nuestro pensamiento”.
Especialmente durante estos tiempos, Dr. Oliver dice que debemos ser intencionales sobre “responder” en lugar de “reaccionar”.
“En la vida solo hay tres tipos de situaciones: cosas que puedo controlar, cosas que no puedo controlar pero que puedo influir, que es un grupo más grande, pero el grado de influencia probablemente no es tan grande como pensamos, y cosas que están totalmente fuera de nuestro control “, dice Dr. Oliver. “No podemos controlar el brote de COVID-19. Pero podemos estar seguros de lavarnos las manos y distanciarnos de los demás. Si eres una persona de fe, puedes orar. Podemos hacer ejercicio para mantenernos saludables, podemos ser amables y ayudar a otros que son más susceptibles a contraer el virus”.
Dr. Oliver cree que este enfoque en lo que podemos controlar e influir nos ayudará a prosperar a medida que trabajamos para llegar al otro lado de esta crisis. Por cada decisión que enfrente durante este tiempo, Oliver recomienda que piense en la situación como una luz amarilla de precaución intermitente. Todos debemos reducir la velocidad y proceder con precaución. ¿Por qué? Porque corremos el riesgo de actuar de una manera que solo complicará la situación o posiblemente empeorará las cosas.
A continuación, hay algunas acciones específicas que Dr. Oliver recomienda para ayudarnos a enfrentar los próximos días:
Siéntese y haga una lista de todas las cosas que puede “controlar” por completo. Con toda probabilidad, esta es una lista muy corta.
Luego haga una lista de las cosas en las que cree que puede influir.
Finalmente, enumere las cosas por las que no puede hacer nada, y esta es probablemente una lista interminable. Dr. Oliver dice que la mayoría de las veces las personas se sorprenden por la poca cantidad de cosas que realmente pueden controlar. Algunos estudios sugieren que aproximadamente dos tercios de lo que nos preocupa son cosas totalmente fuera de nuestro control.
Ahora, clasifique la lista de cosas en las que realmente puede influir de uno a 10, siendo 10 la más alta. Las cosas al final de la lista son las cosas sobre las que realmente tiene menos influencia. Luego mire las cosas en las que obtuvo cinco o más. Pregúntese: “¿Cuáles son algunas cosas específicas que puedo hacer en estas áreas?” Sus respuestas pueden ser como: puedo estar al tanto de las últimas actualizaciones o puedo practicar un buen cuidado personal.
Hablando de practicar un buen cuidado personal, Dr. Oliver señala que solo somos tan buenos para nuestro cónyuge, hijos, familiares y amigos como lo somos para nosotros mismos. Si no se cuida, realmente puede ser inútil para los demás. Puede quererse a sí mismo y a los demás comiendo bien, descansando, utilizando recursos espirituales si es una persona de fe y haciendo ejercicio.
Cuente tus bendiciones. En tiempos difíciles, es fácil enfocarse en lo negativo en lugar de lo que realmente tiene. Haga una lista de sus bendiciones. ¿Tiene comida? ¿Hay un techo sobre su cabeza? ¿Puede caminar, hablar, ver y escuchar? ¿Tiene personas que le aman y están pendientes de usted? ¿Tiene electricidad, agua corriente y acceso a internet? Tener visualmente su lista es enriquecedor.
Apoye a otros. Pregúntese: “¿Cómo puedo motivar, expresar aprecio, apoyar u orar por los demás?”
Busque maneras de conectarse cara a cara a través de Skype, Hangouts de Google, FaceTime u otro medio. Aunque tenemos distanciamiento social, aún necesitamos relaciones. Los mensajes de texto y Facebook están bien, pero no hay nada que sustituya el contacto cara a cara. Ver la cara de alguien y escuchar su voz es reconfortante y enriquecedora psicológica, fisiológica y emocionalmente. Todos necesitamos eso, especialmente en este momento. El aislamiento es bueno para no propagar el virus, pero el aislamiento de la relación no es saludable.
Préstele atención a sus mascotas. La ciencia del cerebro ahora nos dice que las interacciones con nuestras mascotas pueden reanimar, especialmente en tiempos de crisis.
Cuando las personas sienten que no pueden hacer nada, la ansiedad, el miedo, el desánimo y la depresión los arrastran. Las personas se sienten colmadas con una sensación de impotencia y desesperanza.
Estas sugerencias pueden parecer pequeñas en el esquema de las cosas, pero no son insignificantes.
En cambio, estas recomendaciones pueden ayudarlo a ser más inteligente y tomar decisiones más sabias. Busque la oportunidad de motivar a otros, porque no se trata solo de su propia supervivencia.
Pregúntese: “¿Cuál será mi próximo paso saludable?”
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